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LA RECETA DEL ÉXITO EN LOS NEGOCIOS

La salud corresponde a un factor básico para el desarrollo de las personas. Es lo que genera el bienestar corporal y mental, lo que capacita al desarrollo personal y profesional, y, finalmente, lo que brinda la ansiada felicidad a lo largo de la vida. Llevando este término a la gestión de negocios, podemos decir que la salud del negocio implica la salud financiera de éste, siendo el dinero -y su circulación- un factor indispensable en cualquier desarrollo de negocio, toda vez que queda claro, que todo tiene un costo en la economía, y como decía un buen economista  -familiar de un entrañable amigo mío: “No hay lonche gratis”. Esto es totalmente cierto, y en su concepción más básica -hay muchas otras no tan básicas, ni morales- quiere decir: todo cuesta, y sin dinero no será viable ningún desarrollo de negocios.

Es así, como podemos concluir inequívocamente, que la salud financiera en los negocios es lo que permite el desarrollo y el consecuente éxito, y con esto la tan ansiada generación de valor económico, o simplemente ganar dinero.

En este orden de ideas, recomendaremos la RECETA FINANCIERA del “ÉXITO” empresarial; es decir, cómo lograr ganar dinero en el negocio. Acá la receta es absoluta, no permite confrontación ni cuestionamiento alguno por nadie -y no se ofendan colegas profesionales y no profesionales-, y esta es “EL CONTROL DEL DINERO”.

Estimados lectores, cuando se proponen hacer un desarrollo de negocio, lo primero que deben de tener en cuenta es el control de su dinero, no solo lo que inviertes, sino también el dinero de su propia operación y proyección; caso contrario, será muy difícil lograr el éxito. Si no tienes el control del dinero, la pregunta es: ¿qué es lo que controlas y persigues? Habiendo quedado claro el componente de la receta, y su indudable uso para el éxito en el negocio, queda establecer las técnicas y procedimientos necesarios para tal fin.

Estas técnicas y herramientas son de orden financiero, pero muy básicas y de fácil aplicación en la gestión del negocio. Se realiza a través de un “Presupuesto Operativo de Efectivo”, algo similar a un flujo de caja. Adicional a los ingresos y egresos tradicionales, se debe agregar el saldo de caja que se arrastra, y también una reserva financiera  para cubrir las eventuales fluctuaciones del presupuesto (esta representa la cobertura del riesgo propio del negocio).

Si revisamos el proceso, primero se debe trabajar como una técnica de planificación financiera; es decir, se proyecta su futuro de corto plazo (un año proyectado mensualmente) en donde se obtendrán los déficits y superávit de caja.  Sabiendo anticipadamente esto podremos planificar las necesidades de financiamiento y las oportunidades de inversión por los superávit. De esta forma, planificamos mejor la liquidez necesaria para el desarrollo del negocio y consecuentemente su generación del valor.

Posteriormente, la técnica de planificación financiera se convierte en una herramienta de control operativo, en donde tendremos toda la operación del negocio debidamente planificada. Controlamos la ejecución del mismo que corresponde al cumplimiento de metas y objetivos antes definidos con una visión de generación de valor.

Para terminar, a través de estas técnicas y herramientas tenemos un control de todos los movimientos del dinero en el negocio. Controlamos la ejecución de los objetivos y metas y podremos, en muy corto plazo, atacar cualquier desviación que pueda afectar nuestros resultados esperados, que corresponde a la generación de valor proyectada, y así lograr el tan ansiado éxito en el negocio.

Esperamos que esta lectura contribuya positivamente en el desarrollo de sus negocios.

PUBLICADA EN BUSINESS EMPRESARIAL  17/07/2019