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CRISIS DE FE

Autor: Dr© MBA Fernando Garcia – Rada Anderson

www.estudiogarcia-rada.com

En corto tiempo, nuestra región ha incrementado su riesgo social en forma importante, es así, como en países vecinos y cercanos, tales como: Ecuador, Chile, Bolivia, Argentina, Uruguay -en menor medida-, y claro nuestro querido Perú, esto sin dejar de mencionar –obviamente- a Venezuela, aunque acá bajo la fuerza de la ley – pero no la legalidad- este fundamento social se da más por el éxodo, que por el reclamo popular-este ya cansado-.

En este orden de ideas, es como vemos una variable que se repite en los distintos países, que es el descontento social, es decir desaprobación popular de los actos de gobierno, políticos y económicos, estos descontentos basados en crisis económicas interminables, malas actuaciones políticas, amplias desigualdades económicas y sociales, actos de corrupción, y en general poderes del estado sin el objeto social que los debería de mover.

Es así, que vemos como en el país con el menor Riesgo Sistémico de Latinoamérica- Chile-, según las infalibles -que hoy sabemos que no lo son- Clasificadoras de Riesgo (tipo Moodys y hermanas), y con mejores índices de desarrollo -macroeconómico por cierto- logró la movilización popular más grande vista en los últimos tiempos, ¿todo  esto sólo por un alza de pasajes?,  en Ecuador por pretender sacar un subsidio (beneficio ya adquirido) con afectación popular, la población sale violentamente a las calles, en nuestro mismo país, una política convulsionada con claras afectaciones económicas, y por qué no decirlo, ya oficialmente en Argentina, el regreso al poder político – y con lo que conllevan este-  de un partido, o mejor dicho “Dirigentes Políticos” – ya por demás cuestionados, con casi innegable participación en actos de corrupción y vandalismo económico-, y así, seguirán lo ejemplos de lo ilógico a lo absurdo .

Entonces ya queda claro que tenemos una crisis social, que ésta abarca a varios países hermanos -Latinos- y que mas allá de las formas tomadas el fondo es uno solo: rechazo hacia los modelos políticos, económicos y de gobierno, fracasos que hacen mirar al modelo comunista, izquierdista o más recientemente conocido como socialista, como la solución o remedio, a estas crisis, siendo por demás probado que estos modelos no funcionan, aunque claro muchos de sus propulsores agreguen innovaciones a sus fracasados modelos.

Muchas hipótesis podremos plantearnos, y modelos podrán correrse, siempre habrán distintas vertientes; sin embargo, deberemos de identificar el fondo del asunto, y no quedarnos en la forma -o consecuencia-, es así que muchos dirán sin pensarlo, es la corrupción el origen de todos estos problemas, otros dirán la ambición desmedida –¿existe la ambición medida?-, otras ansias de poder, egocentrismo?, egolatrismo? y otros egos más, argumentos muy sólidos y que serán muy difícil de rebatir, pero que son consecuencias y no los orígenes del problema, siendo el origen de todos estos conceptos, en la falta de ÉTICA Y MORAL, siendo así, que estos principios toman distintas formas, dimensiones y representaciones, en donde claro esta además del respeto –OBLIGADO– de la Ley, la moralidad -que va más allá de la legalidad-, se basa en el principio de la Buena Fe y el no beneficiarse del perjuicio ajeno.

Le llamarán valores – en esta ocasión morales-, pero en estricto es “BUENA FE”, y la falta de ésta ese es el fundamento de todos los problemas sociales, esta “BUENA FE”, no es religiosa, es ética y moral – aunque la religiosa sea el camino para la ética y moral-, éste es el problema de fondo.

Habiendo determinado el origen de todos problemas, nos vamos a ver alternativas de solución, así unos muy motivados por la elección inmediata de una nueva clase política mediante elecciones populares libres -unas no tanto-, esperando que el voto popular sepa en esta ocasión elegir mejor a sus autoridades, hecho que por cierto ya es un poco riesgoso, pero no hay que preocuparse mucho por esto, ya que esta nueva clase política NO EXISTE aún, serán otras personas, pero el modelo y sistema es el mismo, esta nueva clase deberá de forjarse desde muy abajo, y su realidad podría esperar algunas décadas, hoy solo nos queda tomar las mejores decisiones electorales -aunque los escrutinios recientes dicen aún lo contrario-, utilizar las redes más proactivas para el control y la comunicación y menos para la crítica y destrucción – esto hoy parece ser un deporte o adicción- y claro a predicar con el ejemplo, actuar de buena fe, y tener fe en un futuro mejor, ya que esta fe nos llevará a los actos adecuados para que en el largo plazo podamos cambiar nuestra formas de gobierno y sociedad, únicos remedios a los ya abiertamente manifiestos riesgos sociales observados.